Antes del inicio de la primera ola de Covid-19 en Uruguay, en diciembre de 2020, la Revista Martes realizó una recorrida por el Interior de país para conocer cómo estaban viviendo los uruguayos estos tiempos de pandemia. Como yapa pedimos a nuestro corresponsal en España que hiciera lo mismo con los uruguayos residentes en Valencia. El proyecto se hizo realidad gracias al apoyo de Google News Initiative, la confianza de los entrevistados y el compromiso de las personas que trabajaron en él.

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Colonia del Sacramento es la capital del departamento de Colonia. Separada de Buenos Aires por el Río de la Plata, depende económicamente del turismo, especialmente de las divisas que vienen desde la capital porteña. El inicio de la pandemia coincidió con la Semana de Turismo o Semana Santa, que resintió la economía de la ciudad, de poco más de 26.000 habitantes. Al comienzo de la temporada estival 2021, los operadores turísticos de la ciudad, declarada Patrimonio Histórico de la Humanidad, declararon que es el destino turístico más castigado por la pandemia.

Si bien se registraron casos de pacientes con Covid-19 desde la segunda quincena de marzo (el 13 de marzo se detectaron los primeros contagios y se tomaron las primeras medidas para frenar su propagación), Colonia del Sacramento ha mantenido una cifra de contagios relativamente baja. 

En la localidad de La Paz, en el departamento de Colonia, la pandemia de la Covid-19 no afectó en demasía la vida de los habitantes. En esta villa, de apenas 600 habitantes, ubicada a 5 kilómetros de Colonia Valdense y a 50 de la capital departamental, la vida siguió con normalidad, como en casi todas las pequeñas localidades del interior del país. No hubo contagios, en parte porque la población acató las recomendaciones de las autoridades sanitarias, y porque la villa se autoabastece económicamente. La mayoría de su población se desempeña en el comercio de cercanía, en la actividad agrícola, o en la procesadora de alimentos que tiene sede en La Paz, que se nutre de mano de obra local y de la vecina Colonia Valdense.

Durazno es el segundo departamento menos densamente poblado del país, y el grueso de sus habitantes se concentran en la capital homónima, con 34.000 pobladores; Sarandí del Yí,  la segunda ciudad en importancia, cuenta con poco más de 7.000 habitantes. El primer caso de coronavirus en la ciudad se detectó el 18 de abril de 2020, pero la ciudad no se vio afectada por brotes diversos y numerosos, y consiguió mantener los guarismos de contagio dentro de lo previsto por las autoridades sanitarias y científicas al inicio de la pandemia.

El gobierno local suspendió todas las actividades culturales que, año a año convocan a miles de personas de todo el país, como el festival de rock de Durazno 2020, las Llamadas del Interior 2021 y el Festival Nacional de Folclore 2021.

Tacuarembó y Paso de los Toros son las dos ciudades más pobladas de Tacuarembó, el departamento más extenso del Uruguay. La primera cuenta con cerca de 55.000 habitantes, y la segunda ronda los 13.000.

A fines de mayo, la Universidad de la República inauguró en la capital departamental un laboratorio de diagnóstico de Covid-19, el primer caso de la enfermedad se detectó en el mes de julio. 

Ambas ciudades fueron afectadas por casos de coronavirus, muchos de ellos “importados” por trabajadores llegados de otros departamentos.  Tacuarembó cuenta con una importante producción ganadera y cerealera, que se suma a la industria maderera, por lo que hay un frecuente trasiego de mano de obra desde y hacia la ciudad. Paso de los Toros, en tanto, vivió durante el año, y a pesar de la pandemia, un crecimiento sostenido de su economía, debido a la inminente instalación de una nueva pastera de la finlandesa UPM. La empresa estima, además, que entre julio y agosto de 2021 se generarán unos 6.000 puestos de trabajo, y que 2.000 de ellos serán cubiertos por extranjeros. 

Salto, vecina de la argentina Concordia, de la que la separa el río Uruguay y la une el puente Concordia-Salto Grande, es la capital del departamento homónimo, y es una de las ciudades más pobladas del Uruguay, con más de 100.000 habitantes. 

En 2010, y en el marco del proceso de descentralización de la Universidad de la República, se creó en Salto el Laboratorio de Virología Molecular del Centro Universitario Regional Litoral Norte, que tuvo un papel fundamental durante la pandemia. Así, a poco menos de dos semanas de conocido el primer caso de coronavirus en el país, este laboratorio trabaja en el diagnóstico de la enfermedad para los hospitales de la zona norte del Uruguay.

Sobre el fin de 2020, cuando el número de casos aumentó de manera exponencial, el intendente Andrés Lima decretó el cierre de lugares públicos como el zoológico y la Biblioteca Municipal, así como el cese de la circulación de transporte colectivo desde la tarde de los días sábado hasta el lunes por la mañana.

Esta ciudad, la segunda en importancia del departamento de Artigas después de su capital, es parte de la triple frontera, en el extremo noroeste del país, separada de la argentina Monte Caseros por el río Uruguay, y hermanada con la brasileña Barra do Quaraí por el puente que cruza el río Cuareim.

La economía de Bella Unión está basada en la producción de caña de azúcar, arroz y hortalizas, además del comercio, dado que la ciudad cuenta con una buena cantidad de free shops. Por ese motivo, y por la facilidad de acceso desde y hacia Brasil, el flujo de personas es permanente, lo que encendió las alarmas de las autoridades desde el inicio de la pandemia, porque la situación frente a la Covid-19 se descontroló rápidamente en el país norteño. Así, el 1º de setiembre de 2020, se firmó un protocolo sanitario Uruguay-Brasil, mediante el cual las ciudades de Artigas y Quaraí y Bella Unión y Barra do Quaraí trabajan como unidades sanitarias para el tratamiento y seguimiento del coronavirus, coordinando, además, las medidas preventivas.

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