En el 195º aniversario de la Declaratoria de la Independencia, blancos, colorados y frenteamplistas hablaron con Revista Martes sobre las cuentas pendientes que Uruguay tiene en materia de soberanía e independencia.

El diputado José Carlos Mahía dijo que concibe la independencia uruguaya en el marco de un proceso histórico que marca la derrota del artiguismo. “El Uruguay debería proyectar su independencia como debería hacerlo américa latina en su conjunto”, señaló.
Mahía opinó que la primera cuenta pendiente con la independencia uruguaya está planteado por lo económico: “Uruguay tanto como América Latina está muy lejos de lograr una verdadera independencia y ser un proyecto integrador y que permita acceso a la ciudadanía y otro aspecto lejano es que se bien el país tiene mejores índices de inclusión social que el resto del continente todavía sigue siendo una materia pendiente para las niñas y niños menores de 6 años y para algunos sectores de la sociedad”.
“La independencia social no es solo una cuestión de patria en forma etérea sino de desarrollo de ciudadanía, de modelo de país. No concibo una nación que una parte de su ciudadanía pueda desarrollar plenamente sus derechos y otra no, donde haya adentro marginados por el sistema. Esa lucha no es solo del Uruguay, es global porque el sistema capitalista así lo determina. La concepción de independencia como límite geográfico no abarca una verdadera independencia”, agregó
«La independencia social no es solo una cuestión de patria en forma etérea sino de desarrollo de ciudadanía, de modelo de país»
José Carlos Mahía
En tanto la senadora del Partido Nacional marcó su preocupación con lo que refiere al lugar que deben tener los tratados internacionales en el orden jurídico.
“Tenemos que revisar la postura con respecto a los tratados internacionales y las convenciones que se nos quieren imponer, pretendiendo pasar por encima de la Constitución. Soy partidaria de Kelsen, no hay nada más alto que la Constitución en Uruguay y últimamente esto se está distorsionando, tendremos que revisar nuestra posición como país para defender la soberanía y la independencia”, expresó Bianchi.
La senadora señaló que en Argentina los tratados que ratifica el Parlamento pasan a ser parte de la Constitución pero en Uruguay se definió que fueran leyes, buscando que sean esencialmente revisables, en función de que se firman en un momento histórico determinado.
“Por encima de la democracia directa, por el encima del cuerpo electoral no puede haber nada, después viene la Constitución, y los tratados que son leyes en nuestro país. Yo no lo quiero cambiar, quiero que en Uruguay la ciudadanía sea la que tenga la última palabra, siempre”, agregó.
«Por encima de la democracia directa, por el encima del cuerpo electoral no puede haber nada (…) Quiero que en Uruguay la ciudadanía sea la que tenga la última palabra, siempre»
Graciela Bianchi
Por su parte el diputado colorado Conrado Rodríguez planteó que en un mundo interconectado “siempre dependemos de materias primas y de tecnologías que vienen del exterior, pero eso no solamente le pasa al Uruguay, sino al mundo entero. Poder tomar nuestras resoluciones y tener nuestra voz en los organismos internacionales, creo que en ese sentido Uruguay ha estado históricamente muy firme”.
Rodríguez opinó que “el mundo está muy globalizado, siempre vamos a depender de lo que producen o de determinadas decisiones de otros países, si hay una guerra comercial entre dos potencias, Uruguay puede hacer poco con respecto a eso, tenemos una escala que hace que seamos dependientes del mundo. Eso es una cosa y otra cosa es en cuanto a los poderes jurídicos, el país se hace sentir en los foros internacionales y se alinea en determinadas posiciones que hacen a su esencia y su política de Estado, integracionista y multilateral. Eso es parte del ejercicio de nuestra propia soberanía”.
«Siempre vamos a depender de lo que producen o de determinadas decisiones de otros países, si hay una guerra comercial entre dos potencias, Uruguay puede hacer poco»