
Presidente Correa en ecuentro con periodistas Foto: Presidencia de la República de Ecuador Julio 2012
El presidente de Ecuador Rafael Correo decidió suspender la pauta de publicidad oficial, en los grandes medios del país a los que tildó de “mercantilistas”. Correa había pedido antes que los medios se abstuvieran de vender los espacios, para ser “coherentes” con su carácter opositor.
Correa convocó a ”los canales, radios y periódicos que constantemente cuestionan, sin fundamento, cosas como la supuesta falta de libertad de expresión en el país, envíen una comunicación expresando su voluntad de no recibir publicidad oficial”.
Como respuesta, el director de la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos Diego Cornejo, respondió que no iban a dejar de vender los espacios, “porque va en contra de la lógica del gobierno” pero que si el gobierno quería dejar de comprarlas estaba en su derecho.
El presidente decidió entonces “hacer uso de esa opción” y ordenó al ministro de Comunicación Fernando Alvarado a que “no se mande publicidad oficial a los medios mercantilistas porque no tenemos por qué, con dinero de los ecuatorianos, beneficiar el negocio de seis familias de este país”.
«De aquí en adelante cero de publicidad oficial en los medios mercantilista, para ver si lo hacen por vocación o por negocio», agregó.
Días después llevó una oferta más moderada en la que planteó devolver la publicidad oficial siempre que se deje de financiar a los programas que incitan a la violencia, señalando que si esos programas dejan de ser negocio se le haría una importante contribución a la sociedad:»Yo les hago una propuesta para tratar de ser constructivos, contra mi voluntad y mis principios, porque no entiendo por qué (…) Hagámoslo siempre y cuando, junto con el sector privado, lleguemos a un acuerdo: no financiar esos programas llenos de violencia que nos presentan en televisión», dijo el presidente ecuatoriano durante un encuentro con representante de medios de comunicación.
Las acusaciones cruzadas entre el gobierno ecuatoriano y los principales medios de comunicación del país son permanentes y a veces alcanzan un tono personal, como es este caso de una columna firmada por Santiago Ayala publicada el 10 de julio en el periodico oficial El Ciudadano.
“Los periodistas Jeaneth Hinostroza, Alfredo Pinoargote, Diego Oquendo y Gonzalo Rosero con frecuencia se han mostrado molestos por los Enlaces Ciudadanos que el Gobierno Nacional realiza con el propósito de rendir cuentas a sus mandantes y evitar las estrategias del poder económico para utilizar la prensa mercantil con el afán de “domesticar las mentes” como exponían los pensadores Noam Chomsky e Ignacio Ramonet en su libro ¿Cómo nos venden la moto? Publicado en 1995”.
Otro de los hechos que alteró las relaciones entre gobierno y los medios fue el allanamiento de la Revista Vanguardia, del cual el gobierno asegura que se debe exclusivamente a razones de fiscales, dado que el medio debe más de 20 mil dólares.
En la sede de la Unión Nacional de Periodistas, el editor general de la Revista, Iván Flores, rechazó el hecho de que la policía y el personal del Ministerio de Relaciones Laborales se hayan llevado las computadoras. “La información que está ahí no les pertenece. Eso es de la revista y de nuestros lectores”, afirmó Flores, según declaraciones citadas por el diario El Comercio.