Matías Ponce, el vocero de la Comisión Internacional Contra la Impunidad de Naciones Unidas recibió a Revista Martes para conversar sobre Uruguay, los desafíos de la comunicación política y las debilidades de la democracia en tiempo de fake news y posverdad.

¿Crees que es posible el acuerdo propuesto por APU en cuanto a alcanzar una
campaña limpia?
Sí, se puede hacer en una cultura política como la uruguaya, que es de cercanía y no de distancia, que si bien tenemos montado cada vez más un equipo profesional de comunicación política no son las grandes industrias del marketing político que uno puede ver en otros países de América Latina o en Estados Unidos o Europa. Se puede llegar a un pacto en donde los tres actores, que hacen a la comunicación política, los actores políticos, los medios de comunicación y la opinión pública, traten de visualizar y discernir cuál es el origen de la información, si es verídica o es falsa.
Este tema de la fake news es central porque podemos pasar de vivir de una democracia a una fakecracia. Ahora con Omar Rincón estamos escribiendo el libro Fakecracia, memes y dioses en América Latina. En ese libro nosotros repasamos distintas historias de Fakenews en América Latina y el gran problema -lo que desvirtúa la fakenews en el funcionamiento de una democracia y sobretodo en un momento de campaña electoral- es que los ciudadanos utilizan para poder decidir dentro del menú electoral un shortcut, un atajo que son los medios de comunicación. Uno confía en la formación de un periodista, ética mediante, formación profesional mediante, en que se van a chequear fuentes y en que no se va a ser tendencioso, más allá de que cada medio tenga su línea editorial. Las fake news construyen noticias con las famosas cinco W y la H simulando una fuente original, eso burla al periodista y al ciudadano, lo despista y es bastante injusto para los actores políticos.
Siempre existieron mentiras de campaña o datos inexactos
Esto de nuevo no tiene nada. La campaña negativa siempre ha existido, algunos actores políticos tratan de destacar, sobre todo los que van abajo algún demérito del otro para sacarle votos. Pero de ahí a inventar hechos que no son reales hay una distancia. Por ejemplo, lo que está en la vuelta en Uruguay de Luis Lacalle Pou es una idea instalada durante años, una fake news que se va acumulando y que se convierte en una verdad a medias. Ese es el gran problema de las fake news cuando un periodista la toma o la reproduce o cuando en las redes cada uno la reproduce y se convierte en una verdad o en algo que genera esas sensaciones térmicas que son las que al final del día orientan el voto.
La campaña negativa siempre ha existido, algunos actores políticos tratan de destacar, sobre todo los que van abajo algún demérito del otro para sacarle votos. Pero de ahí a inventar hechos que no son reales hay una distancia
Antes había a quién reclamarle, recuerdo por ejemplo un video de los colorados contra los tupamaros, sobre las armas de Feldman.
Sí, las armas, las enfermedades de Tabaré Vázquez, las rencillas dentro del gobierno que no existían, ahí está el problema. Pueden existir operadores políticos que tratan de generar hechos noticiosos vía los medios de comunicación. Eso es natural, pero si su origen es una información falsa, como ha pasado, ahí es donde te preocupás. A mí me tocó constatar, cuando trabajaba en Uruguay que había información falsa en los medios de comunicación.
A mí me tocó constatar, cuando trabajaba en Uruguay que había información falsa en los medios de comunicación.
Los periodistas tienen un rol claro en la responsabilidad de filtrar esas noticias falsas
Si dejan pasar eso se cae nuestro sistema de funcionamiento porque los ciudadanos lo que tratamos de tomar es el contenido de los medios de comunicación para formarnos una opinión y los actores políticos confían en que los medios de comunicación van a ser plurales, diversos, etc. Eso es lo lindo que tenemos acá en Uruguay que tenemos un gran nivel de pluralidad de los medios de comunicación, uno si tiene una orientación más de izquierda puede ir a consumir medios que refuercen su visión, si tiene una visión más liberal, otro medio. Eso en otros países de América Latina no se ve. En la realidad centroamericana hay periodistas independientes pero la gran mayoría son medios de comunicación cooptados, que reproducen información que muchas veces no es verídica o que solamente corresponde a un sector de la población o que trata de manipular a la ciudadanía. En Uruguay estamos a tiempo de hacer un pacto ético respecto de la fakenews.
En Uruguay estamos a tiempo de hacer un pacto ético respecto de la fakenews.
Yo animaría a todos los precandidatos a juntarse antes de llegar a junio y firmar este pacto junto a APU, de no repetir noticias falsas, de que se van a chequear las fuentes y plantear a la militancia y a los usuarios a que no vamos a difundir información que no tenga un contenido verificado
También influye el hecho de que muchos desconfían de los contenidos de los medios masivos y tienen mayor predisposición a confiar en las redes o lo que les llega en un audio de whatsapp.
Ahí lo interesante es la crisis en la que quedan los medios de comunicación. En Uruguay dado que todavía persiste cierto nivel de independencia esa crisis se puede llegar a sentir un poco más fuerte, la crisis económica, que en otros países de América Latina donde uno ve claramente que representan intereses de determinado partido político o sector empresarial. Ahí es donde yo veo lo más complicado porque cada vez tienen más presión de generar más ingresos y hacer más rentable el negocio, cada vez se venden menos periódicos, el tema de las subscripciones de pago por internet es la nueva salida que han tenido los medios de comunicación en Uruguay para poder adquirir más recursos y ahí veo un desafío muy complicado.
No es una fake news pero si tú colocas un titular, pero no le das acceso a la persona y ese titular dice algo que en el cuerpo de la noticia se cuenta de otra manera o se completa y vos no pudiste acceder, hay un limitante. No es una fake news pero es una media verdad, es la agenda setting o el framing. La gran mayoría de los usuarios de internet no pagamos a los medios de comunicación.
No es una fake news pero si tú colocas un titular, pero no le das acceso a la persona y ese titular dice algo que en el cuerpo de la noticia se cuenta de otra manera o se completa y vos no pudiste acceder, hay un limitante
En Uruguay tenemos el canal whatsapp que es de libre uso en todas las compañías telefónicas, no tenés que tener cargado el celular ni con 100 pesos para poder usarlo. Para quienes trabajamos con la agenda pública es de lo más complicado porque al final del día no podemos visualizar qué es lo que pasa en whatsapp cuáles son las conversaciones y los contenidos y ahí es donde está el germen de las noticias falsas, los audios que no son, el nenito que secuestraron y no era un secuestro o el robo que era en otro lado. El uso de whatsapp se escapa a la difusión de noticias falsas donde estén vinculados periodistas. Puede ser actores políticos que con sentido lo hagan, con un interés o los usuarios, que tenemos cierto intereses de ser protagonistas. Así como todos somos directores técnicos, también todos somos periodistas, entonces nos encanta poder redactar y agregarle un poquito más a la noticia.
Así como todos somos directores técnicos, también todos somos periodistas, entonces nos encanta poder redactar y agregarle un poquito más a la noticia.
Lo más claro que he visto es lo de la situación de gente que está en la calle. He visto que hay gente que está en situación de calle en Montevideo, pero he visto gente compartiendo contenido de personas en Nueva York que es una ciudad que está llena de homeless, ¿pero esa persona no se puso a cuestionar que esa no es la peatonal sarandí? Ahí es donde vos decís, eso es educación para los medios. En una campaña tan competitiva como esta una noticia falsa, puede mover la aguja. Puede hacer que la ciudadanía tome decisiones diferentes.
En una campaña tan competitiva como esta una noticia falsa, puede mover la aguja. Puede hacer que la ciudadanía tome decisiones diferentes.
Es algo que a la larga no le sirve a nadie, pero a la corta, tal vez sí
Sí, se han generado respuestas. Proyectos como Nadie Chequea Nada son los que se necesitan que vengan de la sociedad civil o del periodismo independiente para que uno pueda ver qué pasa con estas noticias falsas. Esas son las que ven la luz, pero hay otras que son por whatsapp, en esas grandes mayorías silenciosas que no podemos monitorear y que pueden ser muy efectivas.
Por ejemplo, sobre la construcción del muro y los migrantes hay un montón de noticias falsas, sobre cómo se produce la caravana, la situación de la gente, de cómo llega, de que son delincuentes y eso no es así, es todo lo contrario. Ahí vos decís, el efecto que puede tener electoral es terrible, pero el efecto humano es más grave, segregaciones discriminaciones, el surgimiento del racismo y la xenofobia. Eso hoy en EEUU y Europa está presente y se alimenta muchas veces por fanáticos que comparten información falsa. Las noticias falsas generan estados de opinión donde todos cambiamos nuestros contexto de cómo entendemos la política y actuamos en consecuencia.
Las noticias falsas generan estados de opinión donde todos cambiamos nuestros contexto de cómo entendemos la política y actuamos en consecuencia.
Es el caso por ejemplo de la incidencia de los menores en el delito
Esa es la principal noticia falsa que hemos tenido en Uruguay y que por suerte en 2014 pudimos contrarrestar un grupo grande de jóvenes. Esa es una. Yo ando por Naciones Unidas feliz de la vida porque yo digo que soy uruguayo y me dicen ‘que bueno’, pero acá en Uruguay hay xenofobia, hay que reconocer que mucha gente tiene el discurso de que los migrantes vienen a quitarle el trabajo a los uruguayos y esas ideas se instalan.
Acá en Uruguay hay xenofobia, hay que reconocer que mucha gente tiene el discurso de que los migrantes vienen a quitarle el trabajo a los uruguayos y esas ideas se instalan.
Hace un par de semanas, tocaba el tema de los cubanos que estaban cobrando 20 tanto mil pesos del Mides. Eso es falso pero se comparte por redes sociales públicas y privadas y generan estados de opinión y el día de mañana si viene un candidato que conoce ese nuevo estado de opinión, puede ganar la elección. Temas sensibles basados en información falsa, pueden mover la aguja. En Uruguay tenemos que tener cuidado porque no lo tenemos saldado.
El gobierno y el Frente Amplio tiene que trabajar mucho lo que hace el Mides, las transferencias, porque ahí está la gran fuente de producción de noticias falsas, después no hay mucho más, el movimiento Un Solo Uruguay apretó fuerte con información falsa, pero se quedó por ahí. El gran drama de la fakenews es que está acompañado de la posverdad y no podemos vivir en el mundo de las posverdades.
El gran drama de la fakenews es que está acompañado de la posverdad y no podemos vivir en el mundo de las posverdades.
A largo plazo ¿qué puede pasar con esto? Muchas veces con el correr de los años se van generando las soluciones a problemas de este tipo.
En Europa se ha solucionado de buena manera, al modelo holandés y alemán son buenos ejemplos para ver cómo ellos frenaron los fanatismos de derecha, xenófobos, anti migración. Ahí se apostó a la regulación ciudadana que los medios cumplan con su tarea profesional pero se refuerza con el tipo de labores de la sociedad civil organizada, que es chequear la información. Si es falso demostrar que es falso y denostar públicamente-cual plaza pública- al candidato que mintió. Yo llamo a que los candidatos firmen un pacto de no agresión, eso en Uruguay se puede hacer ahora en las internas y sería un ejemplo en el mundo.