La historia comenzó con una lluvia de críticas recibidas por el primer mandatario, luego de elogiar el debate como herramienta de discusión política, sin haber dado esa chance en sus últimas candidaturas a la Presidencia de la República, por considerarlo negativo para su estrategia. En esta campaña todo está dado para un debate entre Luis Lacalle Pou, Daniel Martínez y Julio María Sanguinetti, siempre que sean los ganadores el 30 de junio.
“Creo que no hay otro, salvo el doctor Batlle, que haya tenido tantos debates públicos como los que hice cuando aspiraba a ser intendente de Montevideo y luego en las campañas presidenciables”, respondió Tabaré Vázquez, al ser consultado sobre la pertinencia de implementarlos como una instancia obligatoria.
El primer movimiento lo dio Sanguinetti en su cuenta de Twitter: “Es muy bueno el cambio de opinión del presidente Vázquez sobre los debates. Nos gustaría debatir acerca de estos 14 años de gobierno del Frente Amplio con Daniel Martínez. Esperemos que no discrepe con su presidente”.
El mensaje fue bien recibido por Martínez, quien aceptó debatir, en caso de que ambos sean candidatos únicos por su partido a la Presidencia de la República.
“Coincido con usted: el debate es esencial para la vida democrática. Espero entonces que la ciudadanía, el 30 de junio, nos conceda la oportunidad de encontrarnos, exponer nuestras coincidencias y sobre todo debatir acerca de nuestros diferentes proyectos de país para el futuro”.
Martínez ya había respondido de la misma forma a Luis Lacalle Pou, quien planteó el tema luego que el diputado Fernando Amado presentara un proyecto de ley para transformar los debates en una instancia obligatoria de las campañas electorales.
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