Entrevistado por Revista Martes, el precandidato frenteamplista Oscar Andrade recordó los orígenes del Frente Amplio y la unidad del movimiento sindical y estudiantil. También advirtió que Lacalle Pou y Mauricio Macri «van en una dirección similar».
¿Cómo evalúa las encuestas que lo ubican en el tercer lugar, con poca chance de ganar?
Las encuestas tienen problemas con respecto a la medición en general y en particular tienen problemas con la interna. Han tenido problemas acá y en el mundo para medir la opinión pública y con las internas un problema mayor, porque al no ser una interna obligatoria es difícil saber a ciencia cierta si quien hoy está con la intención de ir a votar, termina yendo a votar.
Además tienen un muestreo muy pequeño, muchas veces un muestreo de mil personas y termina siendo sobre los 300 o 400 que dicen que van a votar al Frente en octubre y de esos los que también van a votar en junio. Tiene muchas dificultades, lo digo ahora que en Cifra salió que dupliqué la intención de voto en relación a la encuesta anterior, pasando del 7 al 15%.
«Es difícil saber a ciencia cierta si quien hoy está con la intención de ir a votar, termina yendo a votar.
Sigo creyendo que tienen una enorme dificultad para medir los estados de opinión pública y lo otro es que el grueso del electorado frenteamplista se va a definir los últimos 15 días de campaña, el que tiene afición por cualquiera de los cuatro candidatos y que por matices define en una u otra dirección.
«El grueso del electorado frenteamplista se va a definir los últimos 15 días de campaña»
Tomo las encuestas con mucho reparo y recomendaría que todos las miremos con reparo y nos concentremos en la discusión que tenemos que dar de acá al último domingo de octubre, que tiene que ver con dar claridad a los dos proyectos de país que hay. El proyecto del Frente Amplio ha sido con más derechos laborales, contra un proyecto de recorte de derechos laborales, un proyecto con incremento en la inversión pública social, de atender las situaciones de emergencia, contra un proyecto de país que se mostró omiso en atender las situaciones de emergencia y ha hecho una prédica permanente del recorte en la inversión pública social, un proyecto que entiende la salud, la vivienda y la educación como derechos y no como mercancía, que apuesta a la economía social autogestionada, con un papel relevante de las empresas publicas como factor de desarrollo. Ahí es donde debe girar la discusión política. Empezamos este proceso en agosto, cuando ni habíamos hablado de la candidatura y hoy tenemos compañeros que se han sumado en todo el país, muchos de ellos estaban sin militancia hace mucho tiempo, eso mismo nos gratifica mucho.
¿Cuáles son los puntos más débiles de los gobiernos del Frente Amplio?
La primera reflexión es ¿Los gobiernos del Frente Amplio lograron cambiar para mejor las condiciones de vida de la gran mayoría de nuestro pueblo? Sí, pasamos de 900 mil trabajadores registrados en el BPS al entorno de un millón y medio, el descenso de la indigencia y la pobreza fue notorio, la descentralización universitaria fue un cambio radical, hay 50 mil estudiantes universitarios más, el cambio en la UTU fue notable, el cambio en la matriz energética lo mismo, el sistema de salud es mucho más justo que el que teníamos, aquel del carnet de pobre. No está todo resuelto, retrasamos el cambio en la matriz productiva, un abordaje integral del tema seguridad, que no solo requeriría el tema de las cárceles, sino también los menores infractores, el tema de la adicciones, la segregación territorial.
Hoy nos toca construir en medio de que la región está probando de nuevo las políticas neoliberales, que son las que ostenta Argentina con un tercio de pobres, en este contexto de caída del precio de los comodities lo que tenés como resultado es esa tragedia. Tiene un enorme valor, por más que no esté colocado en el centro de la discusión política que por primera vez en la historia en medio de una caída del tamaño que tiene la Argentina, el Uruguay resista. Increíblemente los mismos operadores de la derecha que en 2002 adjudicaban todos los problemas de la crisis a la situación Argentina, ahora parece que se olvidan del desastre que está haciendo Macri, su candidato.
¿Cree que puede pasar algo así en nuestro país, si gana por ejemplo Lacalle Pou?
Lo que yo digo es que han defendido políticas similares. De hecho Lacalle Pou anuncia el ingreso de Uruguay al grupo de Lima, sin que nadie le diga nada, o la fragmentación de la negociación colectiva. Claramente van en una dirección que es similar, alcanza con ver los saludos al ascenso del macrismo en Argentina. Los auto convocados el año pasado sostuvieron a voz en cuello que sus reclamos el que los estaba escuchando era Macri en la Argentina.
«Lacalle Pou anuncia el ingreso de Uruguay al grupo de Lima, sin que nadie le diga nada»
¿Por qué elegir a Andrade en vez de a los otros precandidatos frenteamplistas?
Las izquierdas en América Latina tuvieron un proceso de institucionalización muy importante y ese proceso no les favoreció en su vínculo con el movimiento social. Lo que muchos frenteamplistas entienden es que es necesario un mayor protagonismo del movimiento popular, del movimiento cooperativo, del movimiento feminista, de los movimientos de derechos humanos, del movimiento sindical, del movimiento de la diversidad. Que una candidatura proveniente de lo social contribuía a evitar ese proceso de relativo distanciamiento entre la izquierda política y la izquierda social.
«Una candidatura proveniente de lo social contribuía a evitar ese proceso de relativo distanciamiento entre la izquierda política y la izquierda social»
Las direcciones de los partidos de izquierda hoy, en un 90% están integradas por compañeros que integran la función del gobierno y terminan confundiéndose las tareas políticas con las tareas de gobierno. Creemos que ese proceso ha sido clave para las dificultades que ha tenido la izquierda en la batalla cultural, en la batalla por los significados de los cambios.
Muchos encuentran en nuestra candidatura un reencuentro de la izquierda con los movimientos que le dieron origen, porque la izquierda no nació de un repollo, nació de la experiencia de la unidad sindical, estudiantil, de la experiencia de las luchas de la década del sesenta. En ese marco hay una cantidad de compañeros que entienden que tenemos que ir en esa dirección, pero no es en contra de otros compañeros.
Escuché a varios decir ¿y este Andrade qué se cree?, como si no fuera legítimo que un dirigente sindical aspire a la Presidencia.
Nos quieren hacer creer eso, pero no solo acá. Una de las dificultades que tuvo Evo Morales para acceder a la Presidencia es que para las elite de Bolivia, que habían saqueado el país, durante 50 años les parecía imposible que un dirigente sindical cocalero pudiera ser presidente de la República. Es un viejo prejuicio, pero la democracia es más profunda si logramos superar esos tabúes. Pero son tabués reaccionarios, de derecha. Nosotros no somos candidatos de un partido aristocrático, somos candidatos de la izquierda, que es la que supo llevar a Julia Arévalo al Senado, esa es una forma de manifestación del pensamiento que no debiera ser para un militante progresista de izquierda, la que determine su decisión.
Pero igual permea. Entre los cuatro candidatos hay dos ingenieros y un economista, en la calle no es esa la relación.
También tuvimos a Mujica de presidente y viene siendo uno de los compañeros con mayores niveles de votación en los últimos 20 años. Quien definiera por cuestiones de gestión de repente prefería a Astori en vez de a Mujica en 2009. Fue una definición que fue más allá de eso, es entender procesos políticos y qué dirigente ponemos al frente. El debate termina siendo más rico. Todos vamos a requerir a los mejores técnicos, para resolver los problemas, nadie lo duda, pero lo que está en discusión hoy es bastante más que eso, es parte del rumbo político del proceso.
«Todos vamos a requerir a los mejores técnicos, para resolver los problemas, nadie lo duda»
Hay quienes entienden que si el programa es el mismo, es mejor votar a una mujer, que nunca llegó a la Presidencia, que votar a un hombre.
Sí, como alguien puede pensar que nunca tuvo la posibilidad un trabajador, un militante sindical al frente del país. Son razonamientos que son lógicos, lo que digo es que nuestro planteo tiene mucho que ver con vincular al movimiento feminista de hecho algunas de las compañeras muy reconocidas en la militancia del feminismo como Lilián Abracinskas apoya nuestra candidatura.
«Alguien puede pensar que nunca tuvo la posibilidad un trabajador, un militante sindical al frente del país»
¿Cómo te imaginas el 1 de julio?
Pensamos que el
Frente Amplio va a tener una enorme votación, que va a ganar la perspectiva de
cambio y pensamos en disputar la interna con la mayor legitimidad posible, pero
con mucha tranquilidad. Mucho de lo que pase el 1de julio se va a definir en el
últimos mes y medio de campaña.