El presidente Nicolás Maduro respondió con una carta al informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, en las que denunció más de 6000 ejecuciones extrajudiciales. El gobierno venezolano acusó a la ex presidente de Chile de «no escuchar a Venezuela».
«Lamentablemente salta a la vista que no escuchó a Venezuela», recriminó el gobierno de Maduro a la ex presidenta de Chile, cuestionando el hecho de que la mayoría de las entrevistas realizadas para el informe hayan sido realizadas en el exterior del país.
«De 558 entrevistas realizadas, 460 fueron realizadas fuera del territorio nacional constituyendo el 82% de las opiniones contenidas en el informe. Su reporte se alinea de manera lamentable con el relato mediático y político impuesto por Washington», expresó.
Maduro reivindicó el carácter democrático de su mandato aludiendo a la cantidad de procesos electorales desde la era Chávez: «¿Puede llamarse dictadura a un proyecto político legitimado 23 veces en las urnas electorales en los últimos 20 años?»