«La autoestima de la gente creció muchísimo»

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Colonia Nicolich se enfoca en la educación y la participación ciudadana para superar los avatares de haber crecido sin el cuidado del Estado.  “Si hay alguien que se haya ido hace quince años y vuelve hoy se pierde. Te perdés porque no caes en dónde estás parado. Es un lugar desconocido”, dice a Revista Martes Líber Moreno, actual alcalde del municipio Colonia Nicolich (y ciudad Líber Seregni), para ejemplificar el desarrollo que ha tenido esa localidad de Canelones en los últimos veinte años. Y reafirma: “La zona que en el 2002 estaba totalmente deprimida, emocional y colectivamente, hoy está con mucha más iniciativa y participación. Cambió hasta el autoestima de la gente”.


Lo que hoy se conoce como Colonia Nicolich no había sido poblado hasta mediados de la década del 20, cuando Gustavo Nicolich compró un campo de 550 hectáreas, lo fraccionó y vendió a algunos integrantes de las clases altas montevideanas y clases medias urbanas, que se instalaron en chacras y casas de veraneo y paseo, y algunos inmigrantes de Europa del Este.

“Era sustituir un poco al Prado, con casas de veraneo y descanso. Paseo para las capas medias altas, esa burguesía que se había ido conformando, que había ido a Francia e imitaba los jardines franceses”, relata Moreno, quien además es autor del libro “Más acá de los bañados de Carrasco” (Editorial Rumbo), en el que detalla los porvenires de ese territorio y esa población. 

«Esa zona que en el 2002 estaba totalmente deprimida, hasta emocional y colectivamente, hoy está con mucha más iniciativa y participación. Cambió hasta la autoestima de la gente. La gente siente que vive en un lugar mucho mejor que hace quince años»

Luego, en la década del 40, Montevideo y Canelones viven aquello que llamó el “auge del fraccionamiento”, periodo en el que la capital fue “mucha más estricta” y el departamento canario “mucho más permisivo a la hora de exigir el cumplimiento de elementos básicos”. 

La división de los terrenos en Colonia Nicolich “no fue nada planificada, fue desordenada”, dice y remata: “No se previeron escuelas ni policlínicas, ni tampoco el acceso a recursos mínimos como el agua potable y la energía eléctrica”.

Durante este proceso “desorganizado y poco planificado”, es que aparecen los primeros barrios en el territorio: Colonia Nicolich, el más antiguo, Villa Aeroparque y Empalme Nicolich, que se “conformaron como entidades separadas y a poblar sin los recursos necesarios”.

Esos habitantes llegaban a Colonia Nicolich por su proximidad a Paso Carrasco, que ya en ese momento se empezaba a conformar como polo industrial. “Mucha gente que trabajaba en esos lugares compraba acá”, dice Moreno.

Sin embargo, a pesar de la creciente urbanización, el Estado seguía ausente en gran medida. “La demanda de servicios y el interés surgió siempre desde lo local, el Estado no existía. El Estado autorizaba a esos fraccionamientos desordenados, y luego le salía carísimo, porque después se transformaba en reclamo. Fue una especulación inmobiliaria y financiera donde el Estado fue muy permisivo y totalmente contemplativo con esa especulación”, cuestiona.

“Esto empieza a cambiar en la década del 60. Mientras se va urbanizando, a su vez lo que sucede con las quintas y la producción rural; mientras en el interior la agricultura tenía problemas, en esta zona se estaba dando un mercado muy importante en Montevideo. Esta zona trabajó mucho en exportaciones de frutas y verdura en la guerra de Corea, en el marco de la Segunda Guerra. Cuando Europa se empezó a acomodar después de la guerra, esta zona también trabajó bastante. Esta era una zona de quintas y de gente trabajadora que se veía a vivir acá”, relata. 

Ese momento duró hasta finales de la década del 80. Ya en los 90 se da una “explosión demográfica muy fuerte”, que hacen que en Colonia Nicolich surgieran asentamientos en terrenos del Estado, muchos sin fraccionar, poblados por personas que habían sido “expulsadas” del cordón urbano de Montevideo.

Cambiaron mucho las características del lugar. Cambió el perfil de la población que empezó a habitar esta zona. Eso trajo conflictos, porque era gente que tenía muchas dificultades y que era diferente al perfil de la gente que ya venía desde los cincuenta, sesenta”, describe el alcalde. 

La década del 90 también fue particular por la aparición de los barrios privados, una forma de urbanización que surgió como alternativa para las clases más acomodadas de la sociedad. En principio, dice Moreno, surgieron como “una cosa aparte”, pero “poco apoco” fueron incorporándose de alguna forma a la vida de Colonia Nicolich.

Una de esas formas, dice Moreno, es ofreciendo puestos de trabajo en servicios. “Sobre todo en Aeroparque. Son más que cientas las vecinas que se ofrecen como auxiliar de servicio, vecinos como seguridad, etc. (Los barrios privados) son una fuente de empleo muy importante para la zona”, apunta.

«La política llevada adelante fue siempre de trabajar con los barrios privados, siempre se intentó unificar. Hubo una disposición de los barrios privados y del gobierno local de trabajar juntos, a pesar de que el municipio era dirigido por un comunista»

Son seis los barrios privados que conviven en el municipio, entre los que están Carmel, La Tahona, y Colinas de Carrasco. 

“La política llevada adelante fue siempre de trabajar con los barrios privados, siempre se intentó unificar. Hubo una disposición de los barrios privados y del gobierno local de trabajar juntos, a pesar de que el municipio era dirigido por un comunista. Están incorporados. Ellos quieren que todos los barrios privados se integren el municipio, porque hay algunos que pertenecen a Ciudad de la Costa, otros a Pando, pero hay una identidad familiar bastante notoria con el municipio”, sintetiza.

Estos procesos demográficos complicaron la asistencia del Estado, quien hasta entrado el siglo XXI no tenía una fuerte presencia en Colonia Nicolich. Moreno relata que es en 2006, cuando el intendente de Canelones era Marcos Carámbula, que el Estado empieza a acercarse algo más con la creación de la Junta Local de Colonia Nicolich. 

Esa Junta Local fue presidida por Rubén Moreno, quien, en 2010, con la ley que creó los municipios en el Uruguay, fue electo alcalde, cargo que ocupó hasta el pasado año, cuando otro Moreno (pero esta vez Líber) resultó electo en las elecciones departamentales.

“La gente siempre participó. Desde la década de los sesenta se dan luchas de los vecinos para que viniera una escuela, después fue la lucha por el agua, por el teléfono. Los vecinos siempre estuvieron organizados, pero muchas veces no encontraban respuesta del Estado. A partir de 2006, los vecinos se empezaron a organizar más, promovidos desde la junta local. Se empieza a tener una identidad común”, continúa explicando Moreno.

A partir de esos años, la Intendencia comienza a trabajar en el plan de reordenamiento territorial de la microrregión que comprende Ciudad de la Costa, Paso Carrasco y Colonia Nicolich. Ese plan, a ojos de Moreno, fue la piedra fundacional del proceso que está atravesando la zona ahora: su perfil de producción rural dio paso a un territorio que se aboca a la industria, los servicios logísticos, a los complejos habitacionales y deportivos. 

“Eso fue fundamental (el Costa Plan). Acá no es que las empresas del corredor de la ruta 101 vinieron y dijeron “che, qué bueno esto. Vamos a ponernos acá”. Fue un proceso ordenado, con una estrategia ordenada. Fue fundamental porque también puso limite a los emprendimientos y permitió mantener a las zonas verdes que tenemos. No como quintas, porque ya prácticamente no quedan, porque se valorizó tanto la tierra que la gente ha vendido y se cobra un terreno diez veces más. La zona verde es un patrimonio. No sé si hay en esta microrregión una zona que tenga la zona verde que tenemos nosotros. Ahí se pueden instalar complejos deportivos, casa de campo. El Costa Plan ordenó. Ordenó las viviendas, la zona de servicios industriales, la zona rural. Eso fue fundamental, sino eso sería hoy un desastre”.

«La gente siempre participó. Desde la década de los sesenta se dan luchas de los vecinos para que viniera una escuela, después fue la lucha por el agua, por el teléfono. Los vecinos siempre estuvieron organizados, pero muchas veces no encontraban respuesta del Estado»

Hoy el municipio Colonia Nicolich-Ciudad Líber Seregni es un enclave de servicios industriales y logísticos que “afectaron para bien y para mal”, dice Moreno, y relata los problemas con la vialidad (los siniestros de tránsito) y los inconvenientes ambientales. 

“Cambió lo que se ve y lo que no se ve” 

Moreno explica que durante la crisis del 2002 la zona “fue totalmente arrasada”, y señala que en 2006 había índices de mortalidades similares a los de Bella Unión. “Había niveles de pobreza de los más altos del país. Era realmente una situación muy complicada. Hoy también es complicada, pero hay un colchón que el Estado ha construido en estos años”, dice. 

“Si hay alguien que se haya ido hace quince años y vuelve hoy se pierde. Te perdés porque no caés en dónde estás parado. Es un lugar desconocido. Eso es lo que se ve, pero también ha cambiado mucho lo que no se ve. Esa zona que en el 2002 estaba totalmente deprimida, hasta emocional y colectivamente, hoy está con mucha más iniciativa y participación. Cambió hasta la autoestima de la gente. La autoestima de la gente creció muchísimo. La gente siente que vive en un lugar mucho mejor que hace quince años”, resume.

“El cambio ha sido increíble. Se apostó a la educación”

Para absorber el trabajo que en la zona se iba generando, había dos problemas: uno era que las empresas venían de Montevideo con sus trabajadores; y el otro “es que son empresas con tecnologías importantes y esta población no estaba preparada para eso”.

El municipio se pone y dice “esto lo cambiamos con educación”, no hay otra. Entonces crea Todos por la Educación, que es un ámbito de articulación territorial, donde se reúnen la directores de las escuelas, liceos, UTUs, la Intendencia, autoridades más jerárquicas de la ANEP, el Mides. Y se empiezan a hacer relevamientos, a estudiar lo que sucedía. Todo eso, más la motivación de la gente, hizo que a partir de la década de la década pasada se construyera una UTU, un polideportivo, una escuela de tiempos completo, y que hoy se esté construyendo una centralidad educativa en Aeroparque que tiene casas de cuidado, prescolar, escuelas, centros educativos asociados y un liceo de bachillerato. El cambio ha sido increíble en estos años. Se apostó a la educación.

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