El precandidato frenteamplista Mario Bergara dijo a Revista Martes que es “inaceptable” que seis de cada diez adolescentes no terminen la enseñanza media y agregó que en seguridad los resultados tampoco son buenos. «El combate al delito es también una forma de salvaguardar los derecho de la gente», afirmó.
¿Cómo se siente como precandidato?
Es una experiencia increíble, completamente diferente a la actividad y a la militancia que he hecho anteriormente. Después de 13 años en el equipo económico de los gobiernos del Frente Amplio, saltar a la arena estrictamente política en una campaña electoral es muy gratificante. Estoy muy satisfecho con la decisión que tomé.
A veces al escuchar a los frenteamplistas parece que estuvieran entre el cielo y el infierno: el cielo del crecimiento sostenido del salario real y el infierno de barrios de Montevideo en los que una cuarta parte de la población vive por debajo de la línea de pobreza.
Hay situaciones de distinta naturaleza. El Uruguay de hoy tiene un escalón de bienestar y de derechos, sin duda más elevado que el que había cuando el Frente Amplio empezó a gobernar, pero también es indudable que hay todavía tareas pendientes. El FA empezó a gobernar con casi un 40% de las personas por debajo de la línea de pobreza, eso se ha reducido al 8%, pero también hay que decir que ese 8% está bastante estancado.
¿Por qué cree que está estancado?
La pobreza que logramos superar refería a personas que habían perdido su trabajo en la crisis y que en un proceso en el que se crearon 300 mil puestos de trabajo y con algunos programas de transferencia monetaria se ayudó bastante a que esa gente pudiera salir adelante. Hoy estamos ante una problemática diferente, que no tiene tanto que ver con el empleo y el ingreso sino con cuestiones de fragmentación social que es una problemática más compleja y multidimensional.
Tenemos que reconocer y reivindicar lo hecho, pero también reconocer que hoy enfrentamos problemáticas que requieren una revisión de las políticas públicas. Ahí hay un desafío importante.
«Hoy enfrentamos problemáticas que requieren una revisión de las políticas públicas»
Para muchas personas la alternancia de los partidos políticos es buena en sí misma. Se habla del piloto automático del presidente Vázquez, por ejemplo.
Como regla general, en las sociedades democráticas, la posibilidad de alternancia de los partidos en el poder me parece una cosa natural. Ahora, uno en la convicción de que su partido es el que tiene enfoque más integral de bienestar, de desarrollo, de equidad, siempre apunta a continuar en el gobierno. Creo que la alternancia tiene que estar como posibilidad, pero no se puede imponer, surge por las circunstancias del país y el proceso político.
Siempre es bueno tener la competencia, la amenaza de perder el gobierno porque aguijonea, activa a quienes están en el gobierno para evitar autocomplacencias o que uno se duerma en los laureles. No hay que pensar que conceptualmente lo ideal es que el mismo gobierne toda la vida, pero uno trabaja para seguir gobernando porque está convencido. Yo estoy convencido de que el cuarto gobierno del Frente Amplio es lo mejor que le puede pasar al país.
«Lamentablemente han priorizado el juego político a una responsabilidad institucional»
No veo en la oposición y en la derecha una formulación de una visión integral del mundo, del país, de las problemáticas y no veo una consistencia de políticas. Más bien lo que veo son escoger temáticas puntuales para hacer el juego político, no veo una cosmovisión que conduzca a una lógica más integral de las políticas. Es más hay gestos que son preocupantes, como el hecho de no haber acompañado con sus venias el retiro de los cuatro generales del ejército, lamentablemente han priorizado el juego político a una responsabilidad institucional. Esa decisión ha generado una situación desconcertante, tanto para la ciudadanía como para las fuerzas armadas. Las FFAA son una organización necesariamente jerárquica, vertical. Hoy hay cuatro generales dentro del Ejército que siguen siendo generales que no cuentan con la confianza de sus superiores, que son el presidente de la República y el ministro de Defensa. Si esa es la característica de la oposición, me confirma que es conveniente que sea el Frente Amplio el que siga gobernando.
«Hoy hay cuatro generales dentro del Ejército que siguen siendo generales que no cuentan con la confianza de sus superiores»
¿Qué es lo peor que hizo el FA?
Creo que ha habido un cúmulo enorme de transformaciones estructurales en muchas áreas relevantes, que ayudan a explicar esta mejora en términos de equidad de derechos que hay en el país. Ahora, así como me parece absurda la postura de la oposición de plantear que todo está horrible, tampoco acompaño una visión del lado del Frente Amplio de decir que todo se hizo bien o que todos los resultados son magníficos. Hay áreas en las que o no supimos liderar procesos de reforma estructural, o a pesar de lo hecho no hemos logrado tener buenos resultados. A veces porque no lo hemos hecho bien a veces porque la vida y el mundo ha ido cambiando y no hemos sabido adaptarnos.
«Así como me parece absurda la postura de la oposición de plantear que todo está horrible, tampoco acompaño una visión del lado del Frente Amplio de decir que todo se hizo bien»
¿ Qué es lo que más le preocupa?
Son las cosas que le preocupan a la gente, cuando uno recorre el país hay bastante convergencia en esas preocupaciones, la seguridad, el empleo , la educación , la fragmentación social y esas son algunas de las áreas en las que si bien se hicieron cosas, claramente tenemos que revisar algunas políticas públicas para tener mejores resultados.
«Tenemos que revisar algunas políticas públicas para tener mejores resultados»
Seguridad
En seguridad ha habido una reforma estructural del Ministerio del Interior, pero los resultados no son buenos. La realidad ha venido cambiando ha habido un aterrizaje del narco del crimen organizado que ha generado modalidades delictivas nuevas, la mitad de los homicidios en Uruguay son por ajustes de cuentas y eso hace 8 o 10 años no estaba instalado en el Uruguay. Con un enfoque de autocrítica, creo que el Frente Amplio inició sus gobiernos con una lógica de combatir las causas sociales del delito, pero soslayando un poco la necesidad de una represión de la delincuencia. Yo creo que ha habido un aprendizaje en todo este tiempo, aunque nos ha llevado bastante tiempo encontrar un equilibrio entre estas dos cosas, porque el combate al delito es también una forma de salvaguardar los derecho de la gente.
«El combate al delito es también una forma de salvaguardar los derecho de la gente»
Educación
«No hemos podido liderar un proceso de reformas porque no hemos encontrado las mejores formas de diálogo y negociación con todos los actores involucrados»
Otra área de autocrítica es la educación, donde también se hicieron cosas en la dirección correcta como el Plan Ceibal, la Universidad Tecnológica, las tecnicaturas asociadas a la producción agropecuaria, la descentralización, pero hay resultados que son inaceptables para la sensibilidad uruguaya sobre la educación. Que haya seis de cada diez chiquilines que no terminan la enseñanza media, es inaceptable. Es evidente que a pesar de lo hecho hay una reforma del sistema educativo que está pendiente, que tiene que ver con lo curricular, hoy tenemos un enfoque basado en el pensamiento del siglo XIX, en lo pedagógico, ahí soy optimista porque el otro día había más de cinco mil docentes que estaban allí para pensar nuevas formas pedagógicas, basadas en el mundo actual. Eso es parte de la reforma integral, así como también creo que la reforma debe integrar aspectos institucionales. Hoy hay confusión de roles en cuanto a quién lidera el proceso educativo, hay confusión de roles sobre quién tiene la rectoría de la política educativa, el Ministerio, ANEP, los consejos que se traducen en descordinaciones y falta de una visión más integral del proceso.
«Hay que definir con claridad los roles, porque además a la hora de pedir cuentas tampoco está claro a quién hay que pedirle cuentas de cada cosa»
Hay que discutir sobre las autonomías en los centros de estudio y en la reorganización. Hay que definir con claridad los roles, porque además a la hora de pedir cuentas tampoco está claro a quién hay que pedirle cuentas de cada cosa. Es algo que tiene que surgir de un proceso de diálogo y de discusión, a veces la forma es tan importante como los contenidos y en el terreno educativo no hemos podido liderar un proceso de reformas porque no hemos encontrado las mejores formas de diálogo y negociación con todos los actores involucrados. Hay que hacerlo con los docentes y con los padres, que van a representar el interés del principal foco que tiene que tener el sistema educativo que son los niños y las niñas”.
«Hay resultados que son inaceptables para la sensibilidad uruguaya sobre la educación»
¿Qué pensás de la regla fiscal?
No me niego a discutir ninguna regla fiscal, me parece que es una herramienta. A veces se dice que el Uruguay no tiene regla fiscal y no es estrictamente así, hay un mecanismo que es esencialmente una regla fiscal que es la legislación del tope del endeudamiento del Estado. No me niego a discutir si ese tiene que ser el formato de la regla o hay que hacer una regla más focalizada en los resultados del déficit, todo se puede conversar, lo que está claro que es un mecanismo, no una solución mágica.
«A veces se dice que el Uruguay no tiene regla fiscal y no es estrictamente así, hay un mecanismo que es esencialmente una regla fiscal»
¿Por qué hay que votar a Bergara, y no a los otros precandidatos frenteamplistas?
No respondo por qué no hay que votar a los otros compañeros porque no es el estilo que tenemos, lo que sí puedo es reivindicar nuestro perfil y fortalezas. El FA desde su creación, hace 48 años, es unidad en la diversidad. Hoy tenemos unidad y un programa común, pero la multiplicidad de candidaturas refleja las distintas sensibilidades que hay en el Frente. Hubiera sido un error tanto en lo electoral como en el proceso de renovación política que se hubiera llegado a la definición de una fórmula en las cúpulas. Estamos haciendo un proceso de renovación de manera natural, unitaria y fraterna. Nuestra candidatura refleja una sensibilidad que tiene algunos distintivos importantes, ponemos el eje en que estamos procesando la renovación política del FA, que arranca por cómo vemos el mundo y las necesidad de reformular políticas, con visión de futuro, pero también parados en los valores fundacionales del Frente Amplio, con una fuerte impronta seregnista. La figura de Seregni ha estado relativamente soslayada y veo con buenos ojos cómo en el proceso electoral y de renovación política que estamos viviendo hay un volver a poner a Seregni en el centro de la escena en cuanto valores y formas de hacer política. Tuve el privilegio de tener un vínculo muy estrecho con el Gral. Seregni. Los valores, la ética, el coraje político, la visión estratégica, el diálogo respetuoso, ese es el perfil que describe la sensibilidad que nosotros procuramos representar y no solo ser candidatos la presidencia si no ser parte de la nueva estructura de liderazgo que se está construyendo.