Larry Mitchell Hopkins fue detenido esta semana por el FBI, luego de que la comunidad denunciara la presencia del grupo paramilitar Patriotas Constitucionales Unidos, que estaba operando en el estado de Nuevo México, al sur de Estados Unidos.
Hopkins residía en la localidad de Flora Vista, en el
noroeste de Nuevo México y estaba fichado como integrante de grupos paramilitares,
al menos desde 2006, cuando se le acusó de falsificación de identidad y posesión
ilegal de armas.
El arresto se concretó
el sábado y la fiscalía de Nuevo México le imputó cargos de posesión ilegal de armas
de fuego. Si bien el cargo es menor, el fiscal Héctor Balderas confía en que su
detención pueda ser clave para una investigación mayor que permite detener la
actividad del grupo de ultraderecha en territorio estadounidense.
Entre las denuncias realizadas por vecinos de la zona y organizaciones de la sociedad civil, se encuentra la detención de cientos de migrantes, que luego de pasar la frontera eran amenazados por el grupo armado y entregados a la Patrulla Fronteriza.
El grupo publicaba las detenciones y sus operaciones en Facebook y Youtube y hasta mantuvo contactos con la prensa reivindicando su accionar: “Estamos aquí para apoyar a la Patrulla Fronteriza y mostrarle a la gente la realidad de la frontera”, dijo el vocero Jim Benvie un hombre de 43 años, en una entrevista publicada por el New York Times.
Según explicó Benvie la organización ilegal opera desde febrero en el sur de Estados Unidos y pretende quedarse hasta que se concrete la construcción del muro fronterizo prometido por Donald Trump.
“Si esta gente obedece las órdenes que le damos, los detenemos hasta que llega la Patrulla Fronteriza (…) La Patrulla Fronteriza nunca nos ha pedido que dejemos de actuar”, afirmó.