El senador Álvaro Delgado ostentó durante 21 años un predio rural de colonización al que habría accedido por recomendación y lo mantuvo sin cumplir con las condiciones necesarias para hacerlo. El legislador negó que el campo lindero fuera de su suegro, como dijo Daniel Martínez durante el debate, pero omitió decir que pertenece a su madre.
Apenas culminó el debate entre Daniel Martínez y Luis Lacalle Pou, el senador Álvaro Delgado envió un audio a sus correligionarios negando las acusaciones del candidato frenteamplista. Martínez había dicho que el senador Delgado había obtenido un campo de Instituto Nacional de Colonización en 1994, que preservó aún siendo legislador, cuando esos predios están reservados para asalariados rurales o personas que necesiten acceder a la tierra para iniciar un emprendimiento rural y deben trabajar y vivir en él.
En un audio enviado al día siguiente del debate, Delgado señala que el acceso al predio fue en 1997 y desmiente la mención a su suegro: “La mentira más absurda y aberrante es que dijo que estaba pegado a un campo de mi suegro, que jamás tuvo una hectárea, ni una maceta en Paysandú». Lo que omitió informar a sus correligionarios es que el campo lindero es de su madre, Celeste Ceretta y que entre el campo que le dio el INC, el de su madre y un predio rural que arriendan, la familia tenía el control de unas 1500 hectáreas en la Colonia Ros de Oger del Instituto.
En su audio, el senador afirma que el campo no tenía casa, ni alambrados, ni galpones, pero en los antecedentes administrativos, en el inventario de mejoras que fueron agregados en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo surge el Inventario de mejoras, donde se incluye casa principal, de personal, galpones, molino, alambrados
«La tierra de colonización es una tierra social y se da a la gente que es asalariado rural o pequeños productores que viven y trabajan en el campo. No es para engrosar el patrimonio familiar», comentó un funcionario del INC al ser consultado sobre el caso.
«La tierra de colonización es una tierra social y se da a la gente que es asalariado rural o pequeños productores que viven y trabajan en el campo. No es para engrosar el patrimonio familiar»
Delgado obtuvo el campo cuando estaba finalizando un posgrado de administración en la Universidad ORT y trabajaba como veterinario en una de los establecimientos de la zona, tenía 39 mil dólares para comenzar el emprendimiento de cría de terneros.
Para el llamado de la fracción 66 se presentaron 16 aspirantes a tierras, de los que quedaron nueve preseleccionados, entre ellos no estaba el nombre del futuro senador, considerando los informes de funcionarios con criterios técnicos preestablecidos ya que había muchos aspirantes a colonos con mayor necesidad de tierra. El Directorio del gobierno colorado agregó su nombre y terminó siendo el seleccionado.
La tarjeta de recomendación
En conversación con Revista Martes el intendente de Rocha Anibal Pereyra dijo que se desvirtuó el espíritu con que el Partido Colorado creó el Instituto de Colonización que era el de que asalariados rurales y pequeños productores puedan seguir viviendo en el campo y trabajar la tierra.
«Acá el Partido Nacional está encubriendo una actitud desleal de un actor de gobierno y Lacalle Pou no se hizo cargo»
“Acá el Partido Nacional está encubriendo una actitud desleal de un actor de gobierno y Lacalle Pou no se hizo cargo», señaló Pereyra y recordó que cuando él quiso tratar el tema en el Parlamento, Delgado pidió licencia. «Esto no es nuevo, tiene diez años. Que me diga a mí en la cara que fue por lo de Ancap, que lo agarramos de chivo expiatorio, tiene un rostro importante», comentó. Pereyra dijo que en 2009 en la media hora previa trató el caso Delgado.
«Al ser integrante de la Comisión de Agricultura Ganadería y Pesca tuve la posibilidad de acceder a 71 tarjetas que fueron encontradas en el INC y llegaron a mí. Cuando se fue la administración anterior, quedó por olvido. Ahí hay una prueba clara y contundente de cómo fue utilizada clientelísticamente una política de Estado como es la ley de colonización que fue totalmente distorsionada y desenmascara una forma de hacer política. La tarjeta no está en el expediente, pero casualmente la tengo yo», afirmó.
«Hay una prueba clara y contundente de cómo fue utilizada clientelísticamente una política de Estado como es la ley de colonización que fue totalmente distorsionada y desenmascara una forma de hacer política»
Pereyra reiteró su disposición a tratar este punto con Delgado: «Me gustaría estar con él sentado en algún lugar y que con la tarjeta en la mano me la desmienta y me diga a mí mentiroso. Puedo decir con absoluta claridad que Álvaro Delgado accedió a la tierra de forma clientelística por ser secretario del ministro de Estado porque la prueba la tengo. Todavía se pone en rol de víctima y le miente a sus propios correligionarios. Presentó una tarjeta de trámite donde dice claramente qué parcela quería, ningún colono tuvo esa suerte, solo Álvaro Delgado y Lacalle que dice que se va a hacer cargo, no se hizo cargo de algo tan pequeño como decir ´esto no puede ser, nosotros no lo podemos hacer´.
«Presentó una tarjeta de trámite donde dice claramente qué parcela quería, ningún colono tuvo esa suerte, solo Álvaro Delgado y Lacalle que dice que se va a hacer cargo, no se hizo cargo»
Las últimas inspecciones
Antes que Delgado fuera instado a abandonar el predio, el INC realizó dos inspecciones. En ellas no encontró a Delgado, sino a Alcides López, un hombre de 67 años que se desempeñaba como capataz del campo, López ganaba 18.800 pesos por mes, no recibía alimentación. Se levantaba a las tres de la mañana para ordeñar y trabajar en las 1.500 ha que explotaba Delgado en total en la Colonia Ros de Oger. El senador ocupaba la fracción 66 que había obtenido en arriendo en el año 1997, la fracción A76 que su madre adquirió en 1999 y el campo La Victoria donde tenía ganado en pastoreo. Según dijo el capataz, su patrón iba al campo cada 15 días.
La salida del predio y el juicio al Estado
El senador decidió dejar el campo en diciembre del año pasado, luego de que el Instituto de Colonización le diera un ultimátum, dado que los campos del INC no son para personas que lo explotan, sino para quienes trabajan y viven en el lugar. Pero al considerar injusta la medida, Delgado le hizo un juicio al Estado, en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, buscando que se anule el acto administrativo de rescisión de contrato de arrendamiento por la fracción 66, por el cual debió devolver ese campo del INC.
Entre los argumentos de Delgado
En la denuncia ante el Tribunal de lo Contencioso administrativo, la defensa de Delgado plantea entre una serie de argumentos que el legislador podría no tener de qué vivir luego de finalizado el período: “Parece no haberse considerado que una vez finalizado el cargo electivo que me toque ocupar, volveré a ser un ciudadano normal, teniendo como única fuente de ingresos la explotación agropecuaria realizada en la fracción de la colonia que se me adjudicó. La rescisión implicaría perder no solo mi sustento económico sino también el estilo de vida que he forjado durante tantos años de trabajo y con el que me identifico plenamente”.
«La rescisión implicaría perder no solo mi sustento económico sino también el estilo de vida que he forjado durante tantos años de trabajo»
Lo que no dice el audio de Delgado
“Yo me anoté cuando entré a Facultad como aspirante de colono trabajando como veterinario en Paysandú y en el 97 me habilitaron la transferencia“
En marzo de 1994 presentó una carta de recomendación del Ministerio de Transporte. Si bien no quedó en la primera selección, luego se agregó su nombre. Cuando se le entregó el campo, estaba haciendo un posgrado de Gerencia Agroindustrial en la Universidad ORT.
“Estaba abandonado ni alambrados, ni casa, ni nada y con mi mujer lo laburamos muchísimo, lo hicimos de la nada”.
Según el expediente judicial el predio tenía casa principal, casa para los trabajadores y molino, cuando el senador llegó. Cuando entregó el campo se le pagaron 70 mil dólares por las mejoras realizadas.
“Por ser legislador y poder ir menos tiempo, iba todas las semanas pero dos días, me pusieron 70% adicionar desde la administración de Mujica para acá”
Se trató de una política que se estableció en 2011 y alcanzó a unos 15 colonos que no cumplían las condiciones para serlo, vivir en el predio y trabajarlo directamente. Según el capataz del campo, Delgado iba cada 15 días.
“La mentira más aberrante es que estaba pegado “oh casualidad” dijo Daniel Martínez pegado a un campo de mi suegro, que jamás tuvo una hectárea, ni una maceta en Paysandú”.
Quien tenía un campo al lado era Celeste Ceretta, madre del senador, unas 400 ha, compradas a Colonización.
“Después que hice la denuncia de investigadora de Ancap y lo de Sendic y el procesamiento de Sendic el instituto cambió el criterio y dijo que yo no podía estar”
El reclamo de que abandone el campo de colonización por no contar con las exigencias planteadas para explotarlo comenzó en 2009, por parte del intendente Anibal Pereyra, entonces legislador.
“No me sacó la Justicia lo entregué yo, el que fue a la Justicia fui yo”
Delgado abandonó el campo por voluntad propia en diciembre de 2018, pero el INC le había dado un plazo que vencía una semana después que definió entregarlo. Si no el INC le haría un juicio de entrega, que habitualmente son ganados por el INC. El senador presentó un recurso de nulidad ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo para recuperar la explotación del campo.
El CV de Álvaro Delgado
2000-2004– Inspector General de Trabajo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
2005-2015 Diputado por el Partido Nacional
2015-2019 Senador de la República