Cuando «lo importante es decir los y las y no ver la gente que está perdiendo su trabajo es porque hay cosas que también explican mucho los resultados electorales», dijo a Revista Martes el senador del Partido Nacional Sebastián Da Silva. El legislador anunció que retomará el proyecto para eliminar «de una buena vez» el monopolio de Ancap si las medidas tomadas en la LUC no resultan efectivas. También habló de la modificación de los fueros parlamentarios, la propiedad y la cultura de campo, la extranjerización de la tierra y el funcionamiento de la coalición.
¿Qué evaluación hace del trabajo en el Parlamento desde el inicio de la Legislatura?
El desafío de asumir un gobierno después de 30 lo estamos llevando bastante bien, asumimos con un país fundido y con una pandemia que es la interrogante en sí misma, basta con ver la movilidad en el Uruguay para darnos cuenta de que la estamos llevando bastante bien, lo complicado son las consecuencias de la situación económica y sanitaria, que se va a arreglar con el correr de muchos meses y que lamentablemente puede llegar a dejar un tendal de afectados. De todas formas, la hoja de ruta está trazada, el presidente de la República tiene una brújula donde tiene un norte muy definido, a veces nos olvidamos de que seguimos con emergencia sanitaria, es parte de la música con la que nos toca bailar. El ministro Salinas es una de las figuras nuevas que renuevan cuadros políticos, sin tantos vicios y preconceptos, hay que estar orgulloso de la altura con la que nos estamos moviendo.
«El presidente de la República tiene una brújula donde tiene un norte muy definido (…) hay que estar orgulloso de la altura con la que nos estamos moviendo»
Ya pasaron por la aprobación de la Ley de Urgente Consideración y se inicia en el Senado la discusión del presupuesto quinquenal ¿Cómo evalúan el proceso de negociaciones y el funcionamiento de la coalición?
Es parte de la cultura contemporánea con la que tiene que vivir el Uruguay, en la coalición hay un espíritu muy patriótico, en el mejor sentido de la palabra, de tratar de sacar al Uruguay adelante y la pandemia refuerza mucho los vínculos entre la coalición de gobierno y los argumentos estériles, como que los niños no tienen otra cosa que comer que bondiola de cerdo, obviamente refuerzan mucho, son la adolescencia en política y no están a la altura de la realidad, de lo horrible que se está pasando. En la coalición, por propios y ajenos estamos cada día más unidos.
Hay una falta de sentido común, cuando lo importante es decir los y las y no ver la gente que está perdiendo su trabajo, cerrando su comercio es porque hay cosas que también explican mucho los resultados electorales. Los escenarios de la realidad nos están determinando que hoy para hacer política hay que tener un poco más de empatía y no estar mirándose el ombligo.
«En la coalición, por propios y ajenos estamos cada día más unidos. Hay una falta de sentido común, cuando lo importante es decir los y las y no ver la gente que está perdiendo su trabajo»
Hace unos días propuso que el campo natural fuera considerado patrimonio nacional ¿Por qué realizó esa propuesta?
El Uruguay es un país agropecuario, muchas veces han querido negar la esencia uruguaya poniendo hincapié en fenómenos de la ciudad, pero cada día más hay una cultura campesina que hay que poner arriba de la mesa para sentirnos orgullosos, el mayor patrimonio que tiene el Uruguay, como país, son sus pasturas naturales donde conviven 2000 especies y eso es la base forrajera de la mejor carne del mundo, la más sana, la que tiene mejor balance de carbono. El patrimonio del campo natural es motivo de orgullo como puede ser el que Pelistri vaya con 17, 18 años a jugar a Europa.
«La cultura del campo no pasa por la propiedad de la tierra, pasa por la forma de vivir y sentir, eso que nosotros vemos en todos los pueblos»
Sin embargo una ínfima parte de la población tiene acceso a comprar tierra, ahí se relativiza de que se trate de algo que es patrimonio de todos
El desarrollo agropecuario no va por el lado de cuántas hectáreas uno puede tener o no, yo no tengo ninguna hectárea de propiedad y soy productor agropecuario, yo hace veinte años que soy medianero y la cultura del campo no pasa por la propiedad de la tierra, pasa por la forma de vivir y sentir, eso que nosotros vemos en todos los pueblos, la paciencia que tiene un tambero a la hora de darle la ración a la vaca, adivinar lo que puede estar pasando con una siembra, lo tiene gente de campo que capaz que no tiene una sola hectárea hay una falsa dicotomía entre el terrateniente, que finalmente no es gente de campo y la cadena campera que es la que hace mover al Uruguay. El 80, 90% de la gente que se siente del campo no tiene una hectárea de propiedad.
«Para mí la extranjerización de la tierra no significa un problema, prefiero un país con inversión a un país cerrado. Cuando no existe la puja de los inversores extranjeros, lo que queda son los cinco o seis poderosos de siempre que tiene cada localidad»
Cabildo Abierto ha criticado mucho la extranjerización de la tierra durante los gobiernos del Frente Amplio ¿Coincide con que es un tema que debería preocupar al Uruguay?
Es un dato de la realidad, y ha existido desde los inicios del Uruguay. Es parte de un fenómeno que tiene su picos y ha explicado el avance de inversión en el sector agropecuario. Hoy por hoy el proceso de extranjerización de la tierra que tuvo su máxima expresión durante los gobiernos del Frente Amplio está pasando por una etapa en la que extranjeros se venden a extranjeros, ya son parte del mapa del Uruguay. Hay empresas que son ejemplos en el tratamiento del personal, del suelo y del bienestar animal y otros que vienen porque Uruguay siempre fue un país serio para invertir. Para mí la extranjerización de la tierra no significa un problema, prefiero un país con inversión a un país cerrado. Cuando no existe la puja de los inversores extranjeros, lo que queda son los cinco o seis poderosos de siempre que tiene cada localidad, que usufructúan esa baja de precios por la falta de demanda.
¿Qué cree que puede pasar con el artículo del presupuesto que liberó la importación de combustible para barcos?
Bien, es un pedido del Ministerio, nosotros somos mucho más amplios, queremos que se rompa el monopolio de Ancap de una vez, lamentamos que para no tener que depender del monopolio haya que tener una quilla y navegar y que ese beneficio no lo puedan tener el arrocero, el agricultor, el transportistas, estamos esperando que se den los 180 días establecidos en la Ley de Urgencia para que si el precio del gasoil, finalmente no tiene el precio de paridad de importación, volver a presentar el proyecto inicial del Poder Ejecutivo donde el monopolio de Ancap no existiría más y se puede permitir la libre competencia en la importación de combustible, que es en realidad la única solución para salir de la zona de confort donde está el monopolio de Ancap. Yo estoy dejando que transcurra el plazo y si se confirma lo que pienso, no pasa de febrero que vuelvo a presentar el proyecto original.
«Queremos que se rompa el monopolio de Ancap de una buena vez, lamentamos que para no tener que depender del monopolio haya que tener una quilla»
En las últimas semanas presentó un proyecto para modificar los fueros parlamentarios ¿qué lo motivó a presentar la iniciativa?
Corresponder a lo que uno piensa, en un momento delicado, y ser coherente. Por estar unos años en el Parlamento no podemos tener coronita, ni patente de corso para hacer lo que se nos ocurra, los fueros son un anacronismos y solo se nos puede proteger a la hora de no ser juzgado por la opinión en el ejercicio de nuestra función, después hay un sinfín de delitos comunes los cuales no tiene sentido que un parlamentario tenga fueros. Es un proyecto que el presidente presentó dos veces y nunca fue tratado, nada indica que vaya a cambiar, pero por lo menos uno deja establecido cuál es su opinión sobre situaciones que se van a volver a dar, porque el tema de los fueros no es un tema que se agote en la discusión de Manini.
¿Cómo evalúa la discusión que se dio en el Senado sobre los fueros de Manini? La circunstancias cambiaron, pero también el propio Cabildo Abierto fue artífice de ese cambio de circunstancias, particularmente desde lo declarativo.
Somos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestros silencios
¿Cuáles son los principales desafíos que tiene la bancada del Partido Nacional del Senado?
El gobierno tiene dos pilares fundamentales, la Ley de Urgencia y el presupuesto nacional. Los diputados nos demostraron que se han puesto de acuerdo en muchas cosas y el Senado va a mejorar la ley de presupuesto, nosotros somos lo que tenemos que ponerle la otra mejilla al gobierno de Lacalle Pou, es para lo que estamos. La gente nos eligió para sacar al Uruguay adelante, no para hacer perfilismos personales y en eso vamos a ser inflexibles.