Carolina Cosse dijo a Revista Martes que es necesario implementar políticas anticíclicas basadas en la obra pública, una búsqueda proactiva de inversiones y asumir el ejercicio de la autoridad. Además, planteó brindar energía gratuita para dinamizar la economía.
La precandidata frenteamplista también habló sobre el sentido de su precandidatura, el rol que deben jugar las políticas culturales Lo que sigue es un resumen de la entrevista.

¿Cómo se siente en el rol de candidata?
La intensidad del trabajo no me resulta extraña porque como presidenta de Antel y como ministra mis agendas eran muy intensas. Lo que sí es nuevo es la agenda pública. Como ministra yo tenía agendas muy intensas, ahora estoy con mucha gente. Eso es nuevo y la verdad que es como una fuente de energía. La gente está participando activamente, me tratan muy bien, cuando converso sobre las propuestas hay una escucha activa y después yo hago rodar el micrófono y todos hablan. Es un proceso político del que tengo la fortuna de ser protagonista.
Antes de recibir el apoyo del MPP dijo que sería candidata con o sin el MPP ¿Qué tan distinta hubiera sido la campaña sin ese apoyo?
Nunca lo sabremos. Yo tenía en ese momento los indicadores intuitivos de que había un apoyo importante de la gente. Mi candidatura es el resultado de un avance de la sociedad y la pulsión de una cantidad de movimientos sociales, en particular los feministas, eso lo sentía y lo sigo sintiendo. Ahora todos los grupos que me apoyan estamos trabajando muy bien, estamos recorriendo todos los rincones y promoviendo la participación, con un discurso que la participación no se tiene que terminar en octubre, ni en marzo de 2020.

«Mi candidatura es el resultado de un avance de la sociedad y el impulso de una cantidad de movimientos sociales, en particular los feministas»
El MPP es un aliado estratégico en ese sentido
Valoró muchísimo todo lo que está poniendo la gente del MPP, el cariño, el compromiso y los demás grupos también. Tienen otras dimensiones pero igual tienen presencia en todo el territorio nacional.
Hablemos de lo malo de ser apoyada por el MPP ¿Cómo se para a la hora de criticar por ejemplo al ministro Bonomi y las políticas de seguridad?
Centro mis relaciones en la franqueza y la honestidad. Me ha costado unos años entender que es donde tiene que estar el centro de las relaciones y siempre sentí con los compañeros del MPP que tenía total libertad de hablar y lo ejercí. No centro el tema en Bonomi o en el ministro del Interior que sea. Si fuera socialista, tampoco lo haría. Como tampoco centro en quién fuera ministro de Defensa los problemas con las Fuerzas Armadas. Hay temas que son más de fondo.
¿Qué evaluación hace de las políticas de seguridad?
Uruguay
encontró un país con una estructura de comisaría de los años 50, una falta de
información total, policías que no tenían uniforme y con el salario bajo. Los
gobiernos del Frente Amplio verdaderamente hicieron un trabajo. Sucede que al mismo tiempo hubo una eclosión de
nuevas formas de delito y un cambio civilizatorio complejo, con un problema que
maneja tecnología, que corroe a la sociedad, que no respeta estrato sociales,
ni territoriales.
El narcotráfico
Sí. En estos últimos tiempos se ha encontrado la forma de tratarlo, con nuevas técnicas, con coordinación, en una clave de convivencia, liderada fundamentalmente por Gustavo Leal, me parece que va por ahí.

¿Esa sería su línea de gobierno en seguridad?
Sí, una de las líneas. Mucha integración territorial y ejercicio de la autoridad, mucho trabajo en la prevención. Sin dudas habrá que hacer cosas nuevas en las cárceles, que son un problema.
Ahí hay un tema clave. En 2004 no sé qué frenteamplista podía imaginar que con 15 años de gobierno del Frente Amplio habría hambre en las cárceles o 44 muertes por año, en manos del Estado.
Es un problema que falta resolver y hay que resolverlo. Habrá que establecer otras estrategias, por todas las vías posibles que los reclusos tengan que trabajar y estudiar, que de paso cañazo es una gran herramienta para la rehabilitación. Va a haber que trabajar mucho.
¿Cuál es la preocupación principal de la gente?
Lo más importante es el trabajo
Se han perdido 50 mil puestos de trabajo, pero se han creado 300 mil. Hay cambios y algunos sectores específicos con importantes perspectivas de crecimiento.
Se pierden unos y se crean otros. Tenemos que manejar esa transición y para eso mi propuesta es agregarle a la política económica algunos elementos nuevos, por ejemplo elementos anticíclicos de promoción de obra pública, para generar trabajo que nos permitan recorrer esa transición.
Mientras esos trabajos en obra pública se generan, se hace una campaña de reconversión laboral y se toman elementos que los propios gobiernos del FA construyeron para proyectar sectores más dinámicos, como el audiovisual, el procesamiento de la madera, diseño, nanotecnología, software y electrónica. Hay que hacer muchas cosas en simultáneo para ir contrarrestando los efectos negativos de una región que no está bien.
Con un nivel de inversión bajísimo
Sí, otra cuestión que hay que agregarle a la política económica es una búsqueda proactiva de inversiones fuera del país.

«Otra cuestión que hay que agregarle a la política económica es una búsqueda proactiva de inversiones fuera del país».
Algo que maneja la oposición es sacar impuesto para atraer inversiones
Eso es contradictorio, porque la oposición maneja eso y por otro lado pide un Estado fuerte que lo único que tiene que dar son concesiones y me pregunto de donde va a sacar el dinero para esas concesiones.
Hay que hacer algunos pilotos contracíclicos en algunos rubros que hay que elegir con cuidado. La energía por ejemplo es una moneda de cambio que puede ser una variable que ayude a contrarrestar vientos adversos. Tenemos muy buena situación energética, excedente de energía durante la noche y podemos pensar para algún rubro decirle ‘bueno la energía que consumas de noche no te la cobro’, es un ejemplo. La energía es un elemento que puede ser utilizado como dinamizador

«Tenemos muy buena situación energética, excedente de energía durante la noche y podemos pensar para algún rubro decirle ‘bueno la energía que consumas de noche no te la cobro»
Hay una evolución clara del salario real, cuando antes se naturalizaba que la inflación del año la perdía el asalariado.
Eso es una demostración de dónde han puesto el énfasis los gobiernos del Frente Amplio, lo ponen en repartir mejor la riqueza y en que el país aún con vientos adversos no se detiene. Antes un vecino se refríaba y nosotros estornudábamos.
Igual el peso de Brasil y Argentina en las exportaciones sigue siendo alto
Sí, por eso es tan importante tomar los rubros del futuro y darles mucho aire, sobre todo al interior del país donde tenemos las capacidades y nos faltan esos trabajos para ir cambiando lo que estamos produciendo. Si seguimos produciendo lo mismo, no va a cambiar sustancialmente el panorama, tenemos que producir cosas nuevas, y esas cosas nuevas son los rubros del futuro.

«Si seguimos produciendo lo mismo, no va a cambiar sustancialmente el panorama, tenemos que producir cosas nuevas»
Ahora, más allá de esa evolución del salario real aún hay zonas de Montevideo con el 20% de pobreza y un 25% de los menores de seis años son pobres.
Ahí tenemos que mirar a la familia y a los niños los tenemos que preparar para el futuro. La única forma que pueden despegar es con una educación como la que ya tenemos. Y las medidas contracíclicas para tener herramientas que contrarresten estos vientos adversos. Trabajo para que puedas bancar la olla, trabajo del futuro para que tus hijos tengan futuro y UTU para los que no están preparados para trabajos más calificados, puedan estarlo.
Los números pueden ser buenos desde el punto de vista macroeconómico, pero ¿qué pasa con lo cultural? Los suicidios crecen, los homicidios crecen. Hay batallas que estamos perdiendo.
No sé si las estamos perdiendo pero son batallas que tenemos que dar porque la cultura es uno de los protagonistas más grandes del próximo período porque tiene que ver con el medioambiente, con formas de consumo responsable, con deconstruir escenarios de violencia porque en el fondo ¿para qué queremos gobernar? Para ir logrando que nos tratemos mejor entre nosotros, que nos tratemos de otro modo, para ir estableciendo formas de convivencia más profundas, esas son las cosas que profundizan la democracia. Queremos trabajo, queremos vivienda queremos salud, pero no quedarnos en eso. Que eso sea la base para que vayamos construyendo una sociedad mejor. Capaz que nosotros no podemos cambiar el mundo, seguramente no, pero en este pequeño gran lugar del planeta podemos lograr que se respiren aires de esperanza.

«¿Para qué queremos gobernar? Para ir logrando que nos tratemos mejor entre nosotros»