Fuentes allegadas a la causa señalaron a Revista Martes que los primeros indicios al observar los restos hallados el 27 de agosto en el batallón 13, dan cuenta de que pertenecerían a un hombre adulto, considerando aspectos del tamaño y otros indicios hallados en el lugar.
Si bien la causa por la que se está excavando es una derivación de la denuncia de la desaparición de María Claudia García, las fuentes señalaron que no guardan demasiadas expectativas de que los restos pertenezcan a la nuera del poeta Juan Gelman.
Según la información con la que cuenta la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente, en el centro de torturas clandestino que funcionaba al lado del batallón 13 estuvieron Carlos Arévalo, Eduardo Bleier, Juan Manuel Brieva, Julio Correa, Julio Escudero, Otermino Montesdeoca y la maestra Elena Quinteros.
El hecho de que los restos estuvieran cubiertos de cal y enterrados a una profundidad cercana al metro, coincide con los otros hallazgos de restos óseos en predios militares. El primero de ellos-el de Fernando Miranda- ocurrió en diciembre de 2005, en una zona cercana a los restos hallados el martes pasado.
Quince días después del primer hallazgo fueron encontrados en la misma zona un radio, pero no pudo sacarse muestras de ADN de ellos.
Esta semana se realizará la extracción de muestras de ADN de los restos, que será enviadas a Córdoba, donde serán cotejará con el banco de datos de detenidos desaparecidos. Recién en esa instancia se podrá determinar fehacientemente el sexo y la identidad de la víctima, si es que coincide con alguno de los registrados.
Se estima que los resultados estarán en 15 días, a partir de que las muestras de ADN lleguen al laboratorio.