El relator para la libertad de expresión de Naciones Unidas, Frank La Rue, conversó con Revista Martes sobre el Plan Ceibal, los modelos de comunicación en AL y el debate generado a partir de la publicación de la película “la inocencia de los musulmanes” con burlas al profeta Mahoma. La Rue es relator en Naciones Unidas desde 2010. Durante su exilio,fundó el Centro de Acciones Legales por los Derechos Humanos para denunciar las violaciones a los DDHH en Guatemala ante la CIDH, junto a otros activistas guatemaltecos como Rigoberta Menchú. Fue nominado en 2004 a premio nobel de la paz a instancias de la activista irlandesa Mairead Corrigan Maguire.
¿Qué se lleva de su visita a Uruguay?
Estoy muy contento, visité el Plan Ceibal y me dejó realmente muy emocionado. Yo conocía los éxitos del Plan Ceibal pero verlo de cerca me pareció fascinante, el nivel de cobertura que tiene. Uruguay tiene un modelo especial para ofrecerle al mundo que es realmente maravilloso.
Cuando este plan comenzó a implementarse algunos sectores de la sociedad temían que se cayera en el tecnocentrismo de una aislada entrega de computadoras.
Todo lo contrario, yo hice mi informe sobre Internet y libertad de expresión el año pasado en la Asamblea General y marqué muy de cerca el tema del acceso al contenido, tan importante como el acceso a la conectividad, a la infraestructura y a la alfabetización electrónica y este Plan tiene todo porque tiene la conectividad, tiene el contenido operativo, los que trabajan en las plataformas de contenidos educativos, la biblioteca móvil con 2600 libros, es impresionante, pueden seguir teniendo acceso a los libros aunque no tengan internet ¿qué país puede tener eso? Hay que seguir el proceso, para que se de un enfoque de DDHH con el mayor nivel de consenso.
¿Cuál es el elemento principal para lograr un ámbito de diálogo en este sentido?
Creo que es un proceso de transformación, la digitalización misma también cumple eso y vuelve inevitable el sentarse a discutir estos temas. En otras partes del mundo las telecomunicaciones tuvieron un desarrollo más diverso, por alguna razón las telecomunicaciones en AL se desarrollaron únicamente por la vía comercial. Por ejemplo en Europa fue muy importante el origen de la comunicación pública y se mantuvieron, como por ejemplo la BBC de Londres que fue una de las grandes radios originales del mundo que hoy se mantienen como un excelente servicio de comunicación público, con presupuesto nacional e independiente del gobierno. Al servicio no solo de la población de Inglaterra sino del mundo entero. Nos da un gran ejemplo en comunicación pública. En otras regiones, como en Nepal, uno encuentra una tradición de radios comunitarias, más de 400 por la diversidad étnico lingüística de Nepal, eso también de alguna forma se había ido perdiendo en AL y estamos en el momento de recuperarlo.
¿De recuperar la diversidad o la participación estatal?
Lo que pasa es que la participación estatal es parte de la diversidad. Lo importante es el principio de pluralismo de pensamiento y diversidad de medios, y eso quiere decir que haya medios comunitarios, públicos y privados.
Usted ha escrito sobre el conflicto generado a partir de las caricaturas de Mahoma y la libertad de expresión. Es un tema complejo a la hora de identificar límites.
No es un tema complejo. Yo planteo generar una cultura de paz y de respeto y esa es la responsabilidad de la sociedad desde el punto de vista cultural. La responsabilidad del Estado es proteger a las personas contra el daño inminente, pero no contra la ofensa, ese es el error en el tema de las religiones y el mundo islámico. Me parece que la película es terrible, de mala calidad, ofensiva, yo la condenaría moralmente pero nunca la censuraría por parte de ningún Estado porque la censura en el tema religioso no debe existir. La libertad de expresión incluye expresiones que para alguna gente pueden ser ofensivas, pero que para otros no. El delito de blasfemia que existe en toda Europa, para mí no debería existir, el tema de las religiones ojalá creáramos como sociedad una actitud de respeto, pero eso no es obligación del Estado. Es su obligación permitir el libre debate sobre religiones ideologías, posiciones filosóficas y políticas.
¿Cómo se puede avanzar entonces en la creación de una sociedad con mayor respeto y libertad?
Creo que una de las cosas que más me interesa desde la perspectiva de la libre expresión, la libertad de buscar información, de preguntar, de tener una mente inquisitiva, generar un pensamiento propio y expresarlo es también parte de un fenómeno cultural que se aprende desde niño. Uno de los elementos fundamentales es que eso se ejerza desde la niñez y debe permitirse a la niña y al niño que se expresen con libertad, con respeto, pero con libertad y eso consciente a la familia, a las escuelas y a la sociedad en su conjunto. Preparemos a nuestros niños para expresarse y pensar.